Rotura parcial o total de un hueso, pueden ser abiertas o cerradas.
Desplazamiento de un hueso fuera de su articulación, como el hombro, el codo o la rodilla.
Lesión de los ligamentos con distintos grados de gravedad.
Golpe directo que provoca hematomas o inflamación.
Estiramiento excesivo o rotura parcial de un músculo o tendón.
Inflamación de un tendón por sobrecarga o movimientos repetitivos.
El tratamiento depende de la gravedad de la lesión, pero en muchos casos se recomienda el protocolo RICE (Repos, Gel, Compresión y Elevación) en lesiones leves o moderadas. En casos graves, puede ser necesaria la inmovilización, fisioterapia o cirugía.
La fisioterapia es fundamental en el tratamiento de las lesiones traumatológicas, puesto que ayuda a recuperar la movilidad, reducir el dolor y prevenir complicaciones.
Masajes y movilizaciones para reducir dolor y mejorar la función articular.
Corriente eléctrica (TENS, ultrasonidos, láser) para aliviar el dolor y regenerar tejidos.
Frío para reducir inflamación, calor para relajar músculos y mejorar la circulación.
Movilidad, refuerzo muscular y propiocepción para recuperar movimiento y prevenir lesiones.
Evitan rigidez y mejoran elasticidad muscular.
Entrenamiento funcional para regresar a la actividad física.
Cintas especiales para reducir inflamación y apoyar muscular.
En nuestra consulta ofrecemos una atención personalizada y tratamientos de calidad adaptados a tus necesidades. A continuación encontrarás los horarios y tarifas para poder organizar tu visita con nosotros: