Pueden afectar a diferentes sistemas del cuerpo, pero generalmente se clasifican en tres grandes grupos:
Afectan al sistema nervioso, causando pérdida de neuronas. Ejemplos: Alzheimer, Parkinson, Esclerosis múltiple, ELA, Huntington.
Daño en los huesos, articulaciones o cartílagos, provocando dolor y dificultad de movimiento. Ejemplos: Artrosis, Osteoporosis, Enfermedad de Paget.
Debilidad progresiva de los músculos. Ejemplos: Distrofia muscular, Miopatías degenerativas.
Las causas pueden ser variadas, pero a menudo incluyen:
Aunque muchas enfermedades degenerativas no cuidan, algunos enfoques pueden ayudar a gestionar sus síntomas:
Para aliviar síntomas y ralentizar la progresión.
Para mantener la movilidad y función muscular.
Para reducir el riesgo y mejorar la calidad de vida.
Como la terapia génica o las células madre, en fase de investigación.
Evitar la rigidez y pérdida de movimiento articular.
Mediante técnicas de masaje, estiramientos y otras terapias.
Evitar la atrofia muscular y mantener la autonomía.
Prevenir deformidades y mejorar la alineación corporal.
Para reducir el riesgo de caídas y lesiones.
Reducir el estrés y mejorar la calidad de vida.
Ejercicios de coordinación y equilibrio para prevenir caídas.
Estimulación neuromotriz para mantener la conexión entre el cerebro y los músculos.
Ejercicios de movilidad pasiva y activa para evitar la rigidez.
Masajes y técnicas de relajación para reducir la tensión muscular y espasticidad.
(como natación, bicicleta estática o yoga) para mantener la movilidad sin dañar las articulaciones.
para reducir el dolor y mejorar la función articular.
(calor y frío) para aliviar el dolor y la inflamación.
para prevenir deformidades.
para fortalecer los músculos sin fatigarlos.
para evitar contracturas y mejorar la flexibilidad.
para mejorar la función pulmonar en casos graves.
Uso de corrientes eléctricas para reducir el dolor y mejorar la contracción muscular.
Ejercicios dentro del agua para reducir el impacto en las articulaciones.
Adaptación de actividades diarias para mantener su autonomía.
Muy útil en enfermedades como la ELA para mejorar la función pulmonar.
La fisioterapia debe estar personalizada según cada paciente y debe ser supervisada por profesionales. Cuanto antes se empiece el tratamiento, mejor será la calidad de vida del paciente.